lunes, 28 de julio de 2008

Disfraz de Amor

Cuando llamó a su puerta,
disfrazada de amor,
tocó su corazón, hirió su vida.
Cuando llamó a su puerta,

su alma buena
contestó sí.
Afirmativamente
y sin malicia
abrió las puertas al amor
para morir.

A María Magdalena

Fortunato Hernández Sierralta
Carora 13 de Octubre de 1997

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